Meteora, ubicada en
el norte de la Grecia continental aproximadamente a 350 km al noroeste de Atenas es,
sin duda, uno de los lugares más espectaculares del mundo; un panorama
único. Abarca una serie de peñascos que
emergen en la gran llanura de la región de Tesalia, en las proximidades de la
ciudad de Kalambaka, sobre los cuales se construyeron monasterios cristianos ortodoxos a partir del Siglo XIV.
El complejo de
Monasterios de Meteora fue declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad
en el año 1988.
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| Monasterio del Gran Meteoro o de la Transfiguración |
Monasterio de la Santísima Trinidad. Se estima fue construido entre los años 1458 y 1476.
Sobre alguno de
esos peñascos o columnas naturales de roca oscura se construyeron monasterios
cristianos ortodoxos que comenzaron a edificarse en el Siglo XIV, a finales del
impero bizantino, y finalizaron en el Siglo XVI. Se encuentran hasta una altura
de 600 metros sobre el nivel del mar, siendo sus únicos accesos unos ascensores
rudimentarios hechos de cuerda y cesto.
En nuestros días las cimas de Meteora se han
acondicionado con escaleras y puentes para resultar accesibles a sus
visitantes.
Monasterio de San Nicolás. Construido a principios del siglo XVI.
De acuerdo con la leyenda estos peñascos eran en realidad rocas enviadas a la Tierra y así quedó inmortalizado en su nombre: Meteora significa “cuerpo que cae del cielo”. Estos peñascos de piedra arenisca que sobresalen en la llanura circundante de Tesalia se formaron bajo el mar, hace 30 millones de años, y la acción del agua sobre la piedra arenisca fue lo que creó estas formas, que quedaron al descubierto al descender el nivel del mar
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| Monasterio de Roussanau
En su momento de
máximo apogeo en el siglo XV llegaron a convivir un total de 24 monasterios que
ocuparon los peñascos de la región. En la actualidad solo seis monasterios se
encuentran en uso.
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